martes, 4 de mayo de 2021

VAMO' A CALMARNOS

 VAMO' A CALMARNOS

(No todo es caos… hay solución)


Los últimos días en Colombia han hecho mella en nuestra (ya deteriorada) salud mental y creo que es pertinente, parar un poco, respirar y hacer un llamado a la cordura.  Las redes sociales están llenas de mensajes llenos de violencia (física o verbal) y posiciones extremas e irreconciliables. Entre los mal llamados “mamertos” y los “fachos”, no hay mucho aire que respirar y los que no comulgamos con la violencia y la desinstitucionalización quedamos sin voz en medio de tanto humo.
 
El descontento es real, tangible y ahondado por la pobreza y la pandemia. El Presidente parece disfrutar enormemente su aparición diaria en televisión, sin hacer referencia a lo que pasa en las calles, en las redes sociales, en los chats de WhatsApp. La comunicación del Estado con sus ciudadanos no evolucionó y se mantiene en “comunicados de prensa” y alocuciones, con aplausos entre los mismos trabajadores de la casa de Nariño y la puerta cerrada a cualquier idea o comentario que venga del exterior. Una reforma tributaria que logró lo impensable, la unidad nacional, pero no como la hubiera querido el Gobierno: Academia, Partidos Políticos, Sindicatos, Organizaciones Sociales y Empresarios concordaron en que su contenido era completamente inconveniente.
 
Pero la solución no es la violencia, algunos dirán que hablo desde el privilegio y tal vez sí, pero hay que tener en cuenta que la violencia como instrumento para llevar un mensaje, es una estrategia en la que ganan unos pocos y perdemos la mayoría. Me preocupa es la intención de mantener la “rabia” hasta las elecciones o seguir con la intención/aspiración de querer tumbar al Gobierno. Créanme, NO queremos tumbar al Gobierno. En un escenario hipotético, conforme con nuestra Constitución, ante la falta del Presidente se suple con la Vicepresidente y si la Vicepresidente no asume el cargo, sigue el Presidente del Congreso. Ninguna de estas figuras genera confianza para los diferentes actores y abre la puerta a un escenario muy riesgoso, una “junta de sabios” que mantenga el poder en manos del partido de gobierno.


Pictoline hizo excelente resumen de lo que esta pasando en nuestro país: 



Vemos las redes sociales llenas de indignados, pero la conversación se mantiene en “buenos vs malos”, “conscientes vs inconscientes”, la gente toma un bando y no se dialoga, sino que se defiende.

La violencia, en mi humilde y sesgada opinión, no es el camino. Ahorcar a las comunidades y a las ciudades sin posibilidad de abastecerse de alimentos y gasolina (al limitarse la oferta aumentan los precios), es extremadamente violento, especialmente en un país en el que la gran mayoría de las personas viven al diario y solo comen una o dos veces al día. (*)

 

Atentar contra la infraestructura pública, los sistemas de transporte, saquear a los comerciantes, quemar entidades bancarias, entrar en confrontaciones con la policía, el ejercito o el ESMAD, va alineado con una lógica de la que discrepo, el de “rompan todo”. Me angustia la “romantización” de la violencia, el romperlo todo, estatuas, símbolos, vidrios, buses: creer que esta es la “revolución francesa” (que debo recordarles que, si bien descabezaron al Rey, al final terminaron descabezando a muchos de los que impulsaron la revolución), sin un dialogo, sin digerir, con la satisfacción de ver todo arder, es para mí un gran error.

 

De otra parte, es increíble que en pleno siglo XXI, el ejercito que esta para defendernos de los grupos armados, de los delincuentes, hasta de otros países sea llamado para perseguir manifestantes, sea llevado a las ciudades bajo el eufemismo de la “asistencia militar en coordinación” como un galón de gasolina al fuego. La policía, fuerza civil adscrita al Ministerio de Defensa, sale a las calles armada a repeler las protestas y las manifestaciones violentas. ¿Ven lo que pasa aquí? Nuestros jóvenes de bando y bando esta poniendo el “cuero”, los ojos y la vida por la agenda de otros.

 

¡Esto tiene que parar! Y por eso les digo, vamo´ a calmarnos. Este gobierno mal que bien lo elegimos todos, los que votaron a favor, en contra, en blanco, pero sobre todo los que no votaron. Los cambios tenemos que hacerlos en las urnas! En la institucionalidad. Protestemos si! Pero hagamos propuestas, busquemos consensos, exijámosles a los representantes de nuestras regiones, porque mal que bien todos compartimos el mismo territorio y tenemos que aprender a convivir, a respetar.


Me uno al llamado la sensatez y la cordura; que nos sujetemos a las normas y que los líderes políticos entiendan la angustia de la gente, sin permitir el vandalismo. Debemos propender por el respeto de las instituciones y ser cuidadosos con los liderazgos políticos y los extremos en la política.

 

PD. Cuanto quisiera que el Gobierno rompiera esa burbuja en la que anda, pusiera el oído en el suelo y escuchara lo que esta pidiendo la gente, sentarse a concertar, hacer un ejercicio de realidad y reconocer que este es un gobierno impopular.

 

(*) 2,4 millones de hogares ya no comen tres veces al día https://www.portafolio.co/economia/dane-2-4-millones-de-hogares-ya-no-comen-tres-veces-al-dia-en-colombia-550416


1 comentario:

Fodoli dijo...

Si creo que estamos en un lugar privilegiado. Si te partes el lomo, sin contrato, ganándote menos del mínimo, tratando de sostener tu familia, a merced de grupos ilegales o legales torcidos, llega una pandemia y te quedas sin trabajo y comida, el gobierno te "ayuda" con comida podrída unas semanas y luego no eso, te pide cuidarte y distanciarte pero debes salir a rebuscarte y la opción es transmilenio.
Ser un ciudadano de bien y cumplir las normas solo ha logrado hundirte más.
Y te piden que te calmes y que tu situación mejorará votando bien en el futuro cuando el hambre y deudas son presentes y en incremento.es en las noticias no sólo el desfile de corrupción y derroche, sino que además van a incrementar el IVA a la canasta básica.
Sales a marchar y te sueltan bolillo y gas (estando de buenas) y te tachan de mamerto, vándalos y terrorista...
No son todos, y no todos los violentos salen se esta situación que describo. Seguro hay infiltrados de parte y parte. Pero cuando no veo soluciones siguiendo lo que me decían era el camino, y pidiendo pan Maria Antonieta responde que de qué te quejas si también hay tortas... en algún momento estalla.