lunes, 8 de septiembre de 2008

LOS VERBOS EN PASADO

En los últimos tiempos, creo que por esas cosas de la madurez (uy! Que susto!!!) y de las muchas vueltas que da la vida, he sostenido interesantes conversaciones con personas que en algún momento tuvieron relevancia en mi vida. Definitivamente hemos madurado, cuando podemos hablar con una persona que en su momento tuvo significado para uno, sin rencores, con tranquilidad e incluso con una buena dosis de humor sobre eventos del pasado.

De esas conversaciones, llenas de victorias morales (de esas que no sirven para nada), quedaron muchas cosas… entre ellas puedo contar que me recuerdan con cariño y que lastimosamente, varios se dieron cuenta muy tarde, quien era yo (algunos al caer en malas manos…). Estas conversaciones estuvieron llenas de comentarios como: tu eras… yo debí…, debimos…, quisiera…, si pudiera…. Todos ellos Verbos en Pasado… como digo yo… “del verbo: ya no”

Son verbos que plantean arrepentimientos, acciones que en el presente se quisiera haber tomado, pero como arrepentimientos que son por lo que no fue… tampoco existen ahora, ni nunca existieron. Como dice una frase: “El pasado es sólo recuerdo, el futuro no existe, lo único real es el presente.”

De ahí surgen algunas preguntas:
¿Por que los seres humanos tenemos que perder a alguien, o pasar por una mala experiencia para valorar lo que tuvimos?
¿Por que muchos viven el fenómeno que yo llamo “el niño de la dulcería” o “el niño y la bicicleta“?
Me explico:
Primer escenario: Llega un niño a una dulcería acompañado de su mama y de su hermanito. El niño pide un dulce gigante y se lo comienza a comer hasta que se empalaga, y sin terminárselo, lo deja a un lado.
Su hermanito toma el dulce y se lo comienza a comer, y justo en ese momento, el niño recuerda que su dulce era delicioso, que era lo mas importante para el y lo quiere de vuelta.
Segundo escenario: Un niño tiene una bicicleta, poco a poco deja de usarla por jugar con otras cosas. Un día su mama, al ver que la bicicleta ya no es usada, la regala al primito. Cuando el niño ve a su primo montado en la que era SU BICICLETA, y ve que es feliz con ella, recuerda cuanto la quería, los maravillosos momentos compartidos con ella y ahí es que la quiere de vuelta. (Como diría un filosofo costeño: “¿Para que dejan los juguetes tirados por ahí?” Otro se los puede llevar…. No?)
¿Por que no nos damos las oportunidades en el presente, para no arrepentirnos del pasado?
¿Será que los seres humanos no podemos querer a otros cuando las cosas son tranquilas y agradables?
¿Necesitamos drama, tensión, el permanente temor de perderlo todo para sentirnos bien?
Que pasaría si en el ahora, dijéramos tu eres, si quiero, si debo, si puedo….
¿Que crees tu?

5 comentarios:

Fodoli dijo...

El pasto siempre se ve mas verde al otro lado de la cerca, e infortunadamente creo que eso enmarca el comportamiento humano. El no poder mantener el estado de euforia por felicidad de un momento o el estar con alguien, ya que te empiezas a acostumbrar y va dejando de ser emocionante por volverse cotidiano. Recuerdas su valor cuando deja de estar contigo.

JUAN MIGUEL HERRERA MEDINA dijo...

somo unasociedad de perdedores , nos encata perder para estar en la agonia continua de rogar por recuperar lo perdido .....


realmente somo una decadente sociedad donde solo nuestro flagelamiento continuo del corazon nos hace feliz

Fodoli dijo...

Y por cierto (hoy me paso), el peor verbo en pasado es el verbo amar. "te amé" es de las cosas mas dolorosas que uno puede oir, y es en mi concepto un antónimo del mismo verbo en presente.

Lina Combariza dijo...

Fucar: Wow! amar es de los verbos que en presente hacen a algunos felices y que en pasado son bien tristes...

Ojala pudieramos ver la belleza en lo cotidiano... no lo ordinario, sino las pequeñas cosas que unen los minutos a las horas... y las horas a los días...

Juancho: ¿Sera que tenemos que estar siempre corriendo tras de algo para sentirnos vivos? (no se.. como el perro que persigue su cola...)

orlando martinez dijo...

a mí no me gusta pensar que tenemos que estar corriendo detras de algo pero los hechos son mas contundentes que los deseoa y he terminado por pensar que si es así, tambien que el ser humano es un masoquista crónico que siempre va a exprimir cualquier recuerdo en un momento de aburrimiento existencial y pava cardíaca