jueves, 12 de enero de 2023

Las Mujeres ya no Lloran...

Nuestra querida Shakira hija de Barranquilla ha revolcado las redes y no es para menos! en su mas reciente colaboración con BZRP le prendió candela a todo 🔥 y de paso incitó toda clase de debates, unos muy chimbos 😝 y otros muy interesantes 🤓. 


Lo que mas me gustó de su letra (aparte de la milimétrica manera de hilar los sablazos), es que ayuda a desmontar el imaginario de que la “Señora” debe sufrir en silencio desde un pedestal, que a la “moza hay que ignorarla”, que el sufrimiento en privado es digno y que verbalizar las emociones está mal visto.

Nos enseñaron que calladitas nos veíamos más bonitas y qué contar por lo que pasamos y lo que sentimos nos hace unas histéricas resentidas. Y ayer Shakira le habló en un lenguaje muy sencillo al tipo que le rompió el corazón y traicionó su confianza (tocaba en lenguaje sencillo para que el personaje entendiera) y wow! La saco del estadio!

El empoderamiento femenino no es solamente echar pa’lante solas o acompañadas, no es respirar hondo y maldecir pasito o sacar fuerzas de flaqueza, también nos ayuda a desmontarnos de esa concepción judeocristiana de la dignidad y santidad por medio del sufrimiento y que en nombre de los hijos hay que soportar toda clase de dolores y vejamenes. Es por supuesto hacernos dueñas de nuestras emociones y expresar las penas como se nos venga en gana. ¿Quieres sufrir en silencio? contarle solamente a tu círculo más cercano? escribir o componer una canción y soltarlo todo? Adelante!! Quienes somos para decirle a la gente como gestionar sus desamores y derrotas, faltaba más!

No faltan los/las que en nombre del feminismo piden que no le echen tierra a la moza (ahora ascendida a novia) y perdón? ¿Quién dijo que el feminismo es para tomarnos todas de las manos frente a una fogata? Cómo así que a la mujer se le mete en la casa, se le come al marido y el mercado de paso, en “nombre del feminismo” hay que ponerle la otra mejilla? no se le puede decir nada a la criatura? noooo... por ahi no es la cosa. 


Ojala hubiera podido ganarme algunos pesitos con mis tusas... 


Les dejo algunos tweets y memes para condimentar la discusión. 😉







sábado, 31 de diciembre de 2022

2022: Cerrando un Ciclo

Para mi no solo se termina el año 2022, sino que se termina un ciclo que comenzó a finales de 2019. 

Desde noviembre de 2019 nos rodea la desazón, la incertidumbre, la preocupación por el futuro. (Aquí les pido que me tengan paciencia, por que soy otra más de las que el 31 de diciembre se pone reflexiva y densa).

Luego de una temporada que solo puedo comparar con una montaña rusa (de las extremas) donde me gasté la energía y la adrenalina en 2020 y tocó seguir al mismo ritmo 2 años más (de verdad no se como se logró) solo puedo decir gracias; y no desde el lugar común, sino con un profundo sentimiento de humildad y genuina gratitud. 

Cerrando este “interesante” período, en el 2022 emprendí un viaje personal y profesional que me ha llevado y me llevará a otros lugares (mentales, emocionales y físicos) y como todo viaje tuvo imprevistos, grandes golpes de suerte, me retó a desaprender y a aprender de nuevo, re-reconocer a la mujer en el espejo, me trajo mentores, ángeles y amigos que me animaron y pese a mis esfuerzos en controlar lo incontrolable, se materializaron algunos de mis temores. 

Este año, también nos recordó quiénes están ahí y a quienes les agradecemos por seguir su viaje sin nosotros y solo deseándoles lo mejor. 

Cierro el año agradeciendo y pidiendo por mi familia y por nuestra salud (física y mental), por que sin salud no hay nada, sin salud todo lo demás no funciona ni evoluciona. 

El 2023 traerá grandes cambios y aunque no sean fáciles, los afrontaremos con berraquera y esperanza. Será un año de desapego y de confiar en que los míos estarán bien, se cuidarán y cuidarán los unos de los otros. 

Que este año traiga a tu vida nuevas alegrías, nuevas metas, nuevos logros y mucha inspiración! Te deseo un año lleno de felicidad! 




jueves, 3 de junio de 2021

LA FAMOSA “EMPATÍA”

 

Todo comenzó con una frase simple y poderosa “Que el privilegio no nuble tu empatía”. La frase bien intencionada, buscaba resaltar que muchos hemos sido “bendecidos y afortunados”, privilegiados por la vida y que debemos ponernos en los zapatos de los demás.

 

que el privilegio no nuble tu empatia

Ahora, la empatía es casi “exigida” pero ya no sé si lo que exigimos es empatía, que los otros reconozcan nuestras circunstancias, justifiquen nuestros actos o que refrenden nuestras convicciones.

 

¿Porque estoy pensando en esto? En Colombia están pasando cosas complicadas que se han convertido en terribles, bordeando lo inhumano. Estamos llegando a los 40 días (o mas) protestas y bloqueos, que revelan no solo los puntos del “pliego de peticiones” del Comité de Paro, sino las profundas rupturas que adolece nuestra sociedad. Oscilando el péndulo de las opiniones entre extremos que me horrorizan y lastimosamente, pasando demasiado rápido, a veces de manera imperceptible por una posición ponderada.

 

¿A qué voy? (ténganme paciencia, aquí si se me sale mi abogada interior) Que en el afán de comprender o procesar los acontecimientos, caemos en la tentación de sobre-simplificar los conceptos o los derechos en tensión. Entonces, se iguala la violencia de la piedra lanzada con la bala que la responde. Y si la bala sale de las manos de la fuerza pública es igual a si sale de las manos de un civil. Y si alguien muere es un “héroe”, sacrificó su vida por la causa o peor... “le tocaba”.

 

Es que esa tentación de sobre-simplificar los fenómenos nos lleva a igualar lo que no debe ser igualado y a pedir a otros que soporten cargas que no pueden y no tienen que soportar. Un claro ejemplo es el desabastecimiento de medicamentos, oxígeno y alimentos, leí en redes sociales a quienes con ironía decían “perdonen las incomodidades, estamos construyendo una nueva sociedad”, que si no se conseguía carne, pollo o huevos, que comieran lentejas unos días y que si estaba enfermo y no podía acceder a un traslado, medicamentos o cuidado era por culpa del gobierno, no del bloqueo.

 

Se nos olvida, en nombre de la empatía, que no todos viven el desabastecimiento de la misma manera. Si se limita el acceso a los alimentos, (mayor demanda menor oferta) pues los precios suben y ¿quiénes pueden asumir ese costo mayor? el que tiene medios. El que no, tiene que tratar de comprar con la misma plata lo que puede o aguantar hambre. Y si pensamos en los pacientes, pues ellos no pueden ni deben ser los perjudicados, no puedo comprender como limitar el acceso a medicamentos u oxigeno nos va a llevar a ser un mejor país, no puedo.

 

Los sesgos cognitivos de lado y lado llevan a justificar lo injustificable y a moldear la indignación y por ende la “empatía” dependiendo quien es el “agredido” o quien es el “agresor”. Se compara la violencia del “vándalo” con la de la fuerza pública, y no lo es, en el caso de la fuerza pública es mucho más grave, porque la función constitucional de un policía o un militar es cuidar a los ciudadanos, lo eligió como carrera y fue entrenado para ello. Vi diferentes niveles de indignación cuando un policía manoseo a una manifestante que cuando manifestantes manosearon a una mujer policía (y aunque esa es otra conversación, las mujeres seguimos siendo “botín” en los conflictos).

 

He leído comentarios en los que los “vándalos” son platica perdida y que darles educación o salud o empleo no sirve por que no pueden “ser salvados”, es decir si no les sirven a los intereses de la mayoría, pues… ¿para qué?

 

O más grave aún… echarle a culpa al abandono estatal por la muerte de dos bebes. Y lo siento, pero si esas ambulancias hubieran podido pasar, esos bebes hubieran tenido una oportunidad de seguir con vida. La causa efectiva fue el no poder acceder a atención medica oportuna porque no pudieron pasar, porque los bebes eran sujetos especiales de protección y sus derechos estaban por encima de todos, punto!. El abandono del estado es otro tema, del cual todos somos parcialmente responsables.

 

La empatía es otra cosa, es realmente ponerse en los zapatos del otro y sentir las piedras que tiene en su interior. La empatía nos permite entender o reconocer que hemos elegido pésimos gobernantes por años y años y que al pedir que “roben, pero poquito”, todos estamos pagando un precio y que ese precio es mas alto para las poblaciones más vulnerables. La empatía es la que nos hace que, al ver una persona con hambre, le demos algo de comer, no solamente vociferemos que es culpa del estado. También nos permite entender que los “ricos también lloran”, que también tienen derechos y que los vándalos tienen derecho a que se le respete su vida e integridad.

Desenredemos el Derecho publicó un post en Instagram y que nos llama a reflexionar: “Porque este país está lleno de paracos, guerrilleros y tibios. Porque en este país no cabe nadie más, y solo respeto a quien piense igual a mí. El otro es tan bruto, tan ignorante, que no merece mi respeto.” (…) “Pero, por un momento, le pido que se ponga en el lugar de ese paraco, de ese guerrillo, o de ese tibio, e intente comprender que lo lleva a pensar así. (…) Mire, mire en el fondo. Mírelo, es igual a usted. Un niño, un joven, un adulto, un anciano. Un colombiano. Una persona.”  

 

“A quien le conviene el caos? ¿el odio? ¿la muerte?”…



martes, 4 de mayo de 2021

VAMO' A CALMARNOS

 VAMO' A CALMARNOS

(No todo es caos… hay solución)


Los últimos días en Colombia han hecho mella en nuestra (ya deteriorada) salud mental y creo que es pertinente, parar un poco, respirar y hacer un llamado a la cordura.  Las redes sociales están llenas de mensajes llenos de violencia (física o verbal) y posiciones extremas e irreconciliables. Entre los mal llamados “mamertos” y los “fachos”, no hay mucho aire que respirar y los que no comulgamos con la violencia y la desinstitucionalización quedamos sin voz en medio de tanto humo.
 
El descontento es real, tangible y ahondado por la pobreza y la pandemia. El Presidente parece disfrutar enormemente su aparición diaria en televisión, sin hacer referencia a lo que pasa en las calles, en las redes sociales, en los chats de WhatsApp. La comunicación del Estado con sus ciudadanos no evolucionó y se mantiene en “comunicados de prensa” y alocuciones, con aplausos entre los mismos trabajadores de la casa de Nariño y la puerta cerrada a cualquier idea o comentario que venga del exterior. Una reforma tributaria que logró lo impensable, la unidad nacional, pero no como la hubiera querido el Gobierno: Academia, Partidos Políticos, Sindicatos, Organizaciones Sociales y Empresarios concordaron en que su contenido era completamente inconveniente.
 
Pero la solución no es la violencia, algunos dirán que hablo desde el privilegio y tal vez sí, pero hay que tener en cuenta que la violencia como instrumento para llevar un mensaje, es una estrategia en la que ganan unos pocos y perdemos la mayoría. Me preocupa es la intención de mantener la “rabia” hasta las elecciones o seguir con la intención/aspiración de querer tumbar al Gobierno. Créanme, NO queremos tumbar al Gobierno. En un escenario hipotético, conforme con nuestra Constitución, ante la falta del Presidente se suple con la Vicepresidente y si la Vicepresidente no asume el cargo, sigue el Presidente del Congreso. Ninguna de estas figuras genera confianza para los diferentes actores y abre la puerta a un escenario muy riesgoso, una “junta de sabios” que mantenga el poder en manos del partido de gobierno.


Pictoline hizo excelente resumen de lo que esta pasando en nuestro país: 



Vemos las redes sociales llenas de indignados, pero la conversación se mantiene en “buenos vs malos”, “conscientes vs inconscientes”, la gente toma un bando y no se dialoga, sino que se defiende.

La violencia, en mi humilde y sesgada opinión, no es el camino. Ahorcar a las comunidades y a las ciudades sin posibilidad de abastecerse de alimentos y gasolina (al limitarse la oferta aumentan los precios), es extremadamente violento, especialmente en un país en el que la gran mayoría de las personas viven al diario y solo comen una o dos veces al día. (*)

 

Atentar contra la infraestructura pública, los sistemas de transporte, saquear a los comerciantes, quemar entidades bancarias, entrar en confrontaciones con la policía, el ejercito o el ESMAD, va alineado con una lógica de la que discrepo, el de “rompan todo”. Me angustia la “romantización” de la violencia, el romperlo todo, estatuas, símbolos, vidrios, buses: creer que esta es la “revolución francesa” (que debo recordarles que, si bien descabezaron al Rey, al final terminaron descabezando a muchos de los que impulsaron la revolución), sin un dialogo, sin digerir, con la satisfacción de ver todo arder, es para mí un gran error.

 

De otra parte, es increíble que en pleno siglo XXI, el ejercito que esta para defendernos de los grupos armados, de los delincuentes, hasta de otros países sea llamado para perseguir manifestantes, sea llevado a las ciudades bajo el eufemismo de la “asistencia militar en coordinación” como un galón de gasolina al fuego. La policía, fuerza civil adscrita al Ministerio de Defensa, sale a las calles armada a repeler las protestas y las manifestaciones violentas. ¿Ven lo que pasa aquí? Nuestros jóvenes de bando y bando esta poniendo el “cuero”, los ojos y la vida por la agenda de otros.

 

¡Esto tiene que parar! Y por eso les digo, vamo´ a calmarnos. Este gobierno mal que bien lo elegimos todos, los que votaron a favor, en contra, en blanco, pero sobre todo los que no votaron. Los cambios tenemos que hacerlos en las urnas! En la institucionalidad. Protestemos si! Pero hagamos propuestas, busquemos consensos, exijámosles a los representantes de nuestras regiones, porque mal que bien todos compartimos el mismo territorio y tenemos que aprender a convivir, a respetar.


Me uno al llamado la sensatez y la cordura; que nos sujetemos a las normas y que los líderes políticos entiendan la angustia de la gente, sin permitir el vandalismo. Debemos propender por el respeto de las instituciones y ser cuidadosos con los liderazgos políticos y los extremos en la política.

 

PD. Cuanto quisiera que el Gobierno rompiera esa burbuja en la que anda, pusiera el oído en el suelo y escuchara lo que esta pidiendo la gente, sentarse a concertar, hacer un ejercicio de realidad y reconocer que este es un gobierno impopular.

 

(*) 2,4 millones de hogares ya no comen tres veces al día https://www.portafolio.co/economia/dane-2-4-millones-de-hogares-ya-no-comen-tres-veces-al-dia-en-colombia-550416


miércoles, 10 de febrero de 2021

¿Sabes cuál es tu propósito en la vida?

 

“El misterio de la existencia humana radica no solo en mantenerse con vida, sino en encontrar algo por lo que vivir.” 

Fyodor Dostoyevsky

 

Recientemente, luego de largas conversaciones con un gran amigo, comencé a cuestionarme por el famoso “PROPOSITO” de nuestra vida. Especialmente cuando se nos cruzan los cables y escribimos en piedra un “propósito” y en su nombre, tratamos de torcerle el pescuezo a la vida para llegar a el.

 

Y revisando por ahí, veo que el primer paso u obstáculo a vencer es identificar bien sí eso que llamamos "propósito" cumple con esa definición o si estamos llamando propósito a otra cosa. En teoría, el propósito de vida es algo continuo, no empieza ni se completa nunca, fluido y tiene que ver con lo que haces y con lo que sientes.


Para llegar al famoso propósito, usualmente resumido en una frase (¡que cuesta un montón armar!), uno comienza por preguntarse muchas cosas:


¿Qué me produce alegría, satisfacción? ¿qué me gusta hacer? ¿Qué me hace sentir bien? ¿cuáles son mis talentos, mis habilidades y cómo puedo usarlos para ayudar a los demás? ¿Cuáles son mis valores? ¿en que creo? ¿Qué defiendo?


Y luego si queremos, nos podemos meter en aguas más oscuras… ¿Qué haría si solo me quedaran 6 meses de vida? ¿Qué haría si tuviera suficiente tiempo y dinero?


**Muy muy importante! La respuesta a estas preguntas vienen de uno. Osea, aquí no importa lo que demás quieren o esperan de mí.**

 

Y es así como, gracias a la magia de las redes sociales, pregunté por ahí: “Para ti ¿Qué es tener un propósito? ¿Sabes cuál es tu propósito?”

Las respuestas fueron super interesantes, aquí algunas:

Javier: “es la razón por la que estamos aquí y la misión que debemos cumplir, nada de ser felices, ricos o famosos”

Natalia: “Disfrutar cada cosa (trabajo, amor, vida, dinero)”

Luisa: “Buscar que todas las acciones de tu vida te lleven a un mismo fin (…) Si tu propósito es servir: 1. en tu familia. 2. en tu trabajo 3. Pareja”

Monica: “Hacer feliz a todo el que este a mi alrededor!”

(Hubo una referencia a conseguirse un Jeque Árabe… pero creo que es más como una meta 😂)

 

En general, el propósito no es tener mil millones a los 35 años, ni que todos me reconozcan, me alaben, que todos digan “ese(a) muchacho(a) si sirvió”, ser elegido(a) como Senador /Alcalde /Ministro. Casi todos hablan de cosas más valiosas o más profundas como una razón o una misión como: servir, disfrutar y hacer felices a otros; y en general de ahí proviene una gran fuente de felicidad, tranquilidad y sobre todo, el filtro para tomar uno u otro camino.


A veces, en algunos momentos de nuestra vida, nos hacemos una imágen mental, una “foto” y confundimos esa foto con nuestro propósito. En esa foto, en una sola dimensión (pero eso si, con muchos detalles), parecemos exitosos, tenemos un cargo, reconocimiento, cosas, pareja y supuestamente somos felices. La mala noticia es que la vida es otra cosa, si pensamos en las fotos que nos montamos a los 20 años (a los 25 con maestría, a los 27 tres idiomas, a los 30 rica y extravagante 💃), el elemento común es que NO estamos viviendo en esa foto. La vida nos fue llevando por diferentes caminos, nos fue presentando diferentes retos y con nuestros errores y aciertos, ¡pues estamos aquí!

 

Si miramos atrás, pues no somos los de la foto y ¡está bien! Por que somos mejores, seres complejos en 3 dimensiones con muchísimo que contar. Porque si nos diéramos palo todos los días por que no pudimos controlar todas las cosas en nuestra vida (como si se pudiera), para llegar linealmente y en el menor tiempo posible al objetivo de la foto, pues ¿Qué vida es esa? Una vida en la que no estamos viviendo, sino permanentemente torciéndole el pescuezo a todo para volver al tal camino que nos lleva a la foto. La imagen que llega a mi cabeza es la del Mito de Sisifo (Albert Camus), cargando eternamente una piedra hacia la cima… para que volviera a rodar a la base… y otra vez para arriba; una vida muy esforzada y muy vacía.

 


Si me preguntaran mi propósito, diría que esta en construcción y les contaría que me gusta aprender, enseñar, encontrar soluciones a problemas complejos, convencida de hacer lo correcto, pero que lo mas importante para mi es vivir tranquila.


 “Antes de poder decirle a mi vida qué quiero hacer con ella, debo escucharla para que me diga quién soy.” 

Parker Palmer

¡Que la vida nos cuente cual es nuestro proposito

¡Cuentame el tuyo!


viernes, 31 de julio de 2020

IDEAS PARA NO (TERMINAR DE) PERDER LA CORDURA


Ilustración: Ninhol

Pregunta al aire: ¿Qué les ha funcionado para mantener la cordura en estos tiempos? 

 

Desde el 16 de marzo de 2020 (hace 138 días aproximadamente) tengo el privilegio de estar a salvo trabajando desde mi casa, básicamente en este hogar estamos conviviendo Pepper 😸, Mina😻, las matas 🌻y mi persona, cosa que no ha sido fácil.

A partir de noviembre de 2019, en Colombia y siendo específicos en Bogotá hemos vivido tiempos difíciles, nunca había vivido un toque de queda, nunca había sacado una cacerola por la ventana y por supuesto nunca había vivido una pandemia (la epidemia de varicela en el colegio no cuenta). La aparición del Covid-19 nos tomó a todos por sorpresa, nos dio poco tiempo para prepararnos mental, emocional y económicamente.

 

Quiero contarles un poquito sobre lo que creo que ha funcionado tanto  para mí, como para otros y mantener el poquito de cordura que nos queda.

 

1. Es lo que es (It it what it is)

El primer paso para mí fue asumir que esto es algo que me “tocó” vivir, no solo a mí, a mi generación, sino a todos en general. Y ahí tomé la primera decisión: o me doy mala vida todos los días pensando en todo lo que antes vivía y ahora no puedo vivir o trato de tomarla con calma (cogerla suave) y ver si hay algo que puedo aprender.

 Puede que suene como frase de cajón, pero en el momento en que decidí no ser una “victima de las circunstancias” sino que tomé consciencia que limitar mi movilidad, mi interacción social y mis ganas de “calle” era lo más responsable con mi salud y la de la comunidad, la cosa ya no se veía tan mal. A mi no me “encerraron”, yo decidí que voy a pasar esta temporada en mi casa y que voy a limitar al máximo las 3 C´s: Lugares Concurridos, Cerrados y contactos Cercanos.

Carl Gustav Jung, psiquiatra suizo dijo “Todo lo que resistes, persiste” y en mi humilde opinión esto puede tener un par de interpretaciones (o más): Los seres humanos tenemos la tendencia a aferrarnos a lo conocido y a las ideas preconcebidas, y tal vez no discernimos si son válidas o no con el pasar del tiempo. O si me sigo “resistiendo” a esto, al virus, a la cuarentena, a las limitaciones de contacto social, a la vida y momento histórico que nos toco vivir, lo que persiste es esa sensación de pérdida, de vacío y de limitación.

 

     2. ¿De verdad estamos aburridos?

Una de las cosas a las que esta sociedad moderna nos acostumbró es a tener estímulos constantes, casi como si no pudiéramos estar quietos, en silencio. Le tememos al aburrimiento como el peor de los males y asociamos el estar aburridos con estar mal o estar tristes. Hablando con Ricardo Montenegro le preguntaba si la gente estaría tan desesperada por el aburrimiento durante la pandemia de la “Gripa Española” (1918-1920) y él con mucho tino me recordó que en esa época no necesitábamos tantos estímulos, si estabas aburrido tomabas un libro, conversabas con tu familia, te inventabas algo o simplemente estabas aburrido y ya.

 Pareciera que sociedad sufre por el ocio mal administrado y creer que no se puede vivir así (así aburridos supongo), por esto vemos tantas rumbas y actividades clandestinas de gente buscando entretenimiento (y de paso encontrar el virus). Les recomiendo este artículo en el Blog de Ricardo Montenegro: GUARO, PERICO... Y COVID?

 Tal vez el problema no es que estemos aburridos, tal vez el problema es que, despojados de todos estos estímulos, nos ha tocado estar solos con nosotros mismos. Tal vez, tenemos la oportunidad de ver si la persona que tenemos por dentro nos gusta, tal vez el mensaje es que paremos un poquito y veamos hacia nuestro interior. Si este tema resuena contigo, meditar es una excelente opción, puedes empezar con ejercicios de mindfulness: parar, respirar y contemplar el momento presente, 5 minutos hacen maravillas.

 A veces quisiera que volviéramos a esa creatividad que teníamos cuando niños, ¿se acuerdan qué cuando nos aburríamos nos inventábamos algo y pasábamos el tiempo? Bueno… aquí las posibilidades son infinitas: algunos reorganizaron sus hogares, sacaron cosas, regalaron ropa. Otros se reencontraron (o al menos hicieron las paces) con la cocina, yo me puse a pintar por números (voy por el segundo cuadro y tengo 2 en fila). Tengo amigos aprendiendo guitarra, leyendo, viéndose todo el Netflix, estudiando idiomas, haciendo cursos en Coursera (recomendadísimo), en fin… el cielo es el límite.

También es muy valido quedarse quieto, arruncharse en las cobijas y no hacer nada… "dolce far niente" (o el arte de no hacer nada) y gozárselo!


3. Comer Sano

Tener la nevera tan cerca es una tentación permanente y bueno, la idea seria tener cositas sanas para picar. Pero comer sano también implica cocinar rico para uno, hacer las paces con la cocina (yo no puedo es con la loza) y cocinarse con amor. En mi caso, me dio por cocina rica y sana.  Y ya hice pan (de masa madre) y torta de banano, torta de zanahoria, galletas de avena y otras tantas cosas que vemos en Instagram.


 4. Hay que moverse

“(H)acer ejercicio disminuye la ansiedad que puede generar el encierro, pues produce hormonas de sensación de bienestar como endorfina, dopamina, serotonina, las cuales reducen el estrés, el sedentarismo, la irritabilidad y los síntomas de la depresión. Como efectos físicos aumenta la producción cerebral, previene problemas cardiorrespiratorios, aumenta la masa muscular, fortalece el sistema óseo y acorta la probabilidad de diabetes.” (1)

 

En mi caso, AMO bailar y me suscribí a MOMBA a clases virtuales de baile. ¡Busca algo que te guste, que te haga olvidarte de todo y te suba las endorfinas! ¡Muevelo!

 

5. Agua, Aire y Sol

Somos como plantas. Necesitamos tomar suficiente agua (en la casa a uno se le olvida, por lo que tener una botella de agua al lado ayuda), recibir aire puro (¡a abrir las ventanas!) y tomar sol! A mi el sol me hace muchísima falta, así que cuando sale me pongo a trabajar desde el balcón y hago la fotosíntesis.


6. Agradecer

Es en los días grises, en los que uno se levanta y sale reptando de la cama, en los que “una” se pregunta: “juemadre en que momento pasó todo esto”, es en esos días en los que debemos recordar que somos muy afortunados. Tenemos un techo, comida, acceso a internet, trabajamos desde casa (los que tenemos esa fortuna), gente que nos ama y que estamos a salvo en nuestras casas.

¡Estamos vivos! ¡Estamos sanos! Me duele pensar en tantas familias en Colombia han perdido un ser querido en estos tiempos, cuantos están luchando por sobrevivir.

 Y no basta con estar vivos, sintámonos vivos! Una manera de agradecer es ayudar, desde donar a diferentes causas, comprarle a los comerciantes y emprendedores locales, hablar con los amigos para preguntarles como están y si necesitan tu ayuda. Entender que los tiempos no son fáciles y ser compasivos, tener empatía.

Las generaciones que estamos lidiando con la pandemia (Baby Boomers, Generación x, Millenials e incluso los Centenials) fuimos criados para ser y parecer exitosos. Llegó algo que nos cambió todos nuestros los planes y nuestras prioridades. Ya no se presumen lujos en redes sociales, sino el pan, la torta, las galletas que hicimos en casa. Estas generaciones están aprendiendo que no pueden controlarlo todo, nos tocó aprender ser más flexibles, a respirar y seguir el flujo normal de los acontecimientos.

Tengámonos paciencia!  


P.D.  ¿Qué les ha funcionado para mantener la cordura en estos tiempos? 

Aquí les dejo algunas de las respuestas que recibí en Redes sociales









       (1) Marlucio de Souza, docente investigador de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/actividad-fisica-la-mejor-aliada-en-la-cuarentena/

domingo, 28 de junio de 2020

¿A estas alturas del partido YouTuber?

Pues por esas cosas de la cuarentena... ando explorando viejos talentos y viendo si encuentro nuevos 😁. 

Los que me conocen, saben que en este multicultural cuerpecito habita una niña geek 🙋(muy ñoña... ñoñísima)


Aclaro que me NO estoy reinventando (palabra que detesto!), por que no soy un invento... pero si soy mas receptiva a las oportunidades... y bueno! aquí hay una de ellas!

Los invito a pasarse por aca 👇, echarle un ojito, dejar su like, suscribirse y contarme que les parece!

Obviamente tienen que presenciar el cameo de Pepper Maria 😹 en la mitad del episodio. 

Los espero! 

sábado, 20 de junio de 2020

Y recordaremos este día como el CovidFriday

Hoy amanecí con la sensación de que perdí tres meses de mi vida en vano
.
(Desde hace más de tres meses tengo la fortuna de trabajar desde mi casa, he tenido contacto con muy pocos seres humanos y solo salgo para lo estrictamente necesario, por una sencilla razón, no me quiero contagiar ni contagiar a nadie.) 


En mi humilde opinión: ayer (19-06-20) fue un total y absoluto desastre. Desastre originado por el gobierno colombiano y la improvisación de todos los actores. 


Por mover la economía, a la topa tolondra, creo que nos tiramos todo el sacrificio y el mediano cuidado que los pocos que podíamos y queríamos, habíamos tenido. La economía no es un “caldero” que se revuelve con una cuchara de palo y ya! La economía requiere un manejo serio, prudente, constante y sobre todo generar los incentivos correctos para todos los actores. 

Ayer definitivamente se movió la economía, pero a qué precio? No es solo decir, día sin IVA y que los alcaldes y gobernadores vean qué hacen, por que es un hecho notorio que hay lugares donde los alcaldes hacen lo que pueden, pero por mil factores, no es posible controlar a la gente. Esto requería una directriz clara del gobierno nacional, coordinación institucional, involucrar a las grandes superficies, a los entes territoriales. Y sobre todo que la prioridad fuera el comercio electrónico. 

Pero no! Si querías “estrenar” tu televisor gigante, tocaba ir al almacén por qué las plataformas de compra en línea colapsaron, te entregaban el bien en 15 días y si no tenían el inventario te devolvían la plata. Eso es un claro incentivo a que la gente saliera, todo el mundo prefiere “pájaro en mano”.


Se nos olvidó, que el comportamiento de las personas en “manada” es muy diferente al comportamiento individual, al sentido común lo reemplaza una amorfa consciencia colectiva, primaria. 

Se acuerdan del partido de la campions que se jugó en Bergamo y que causó el desastre en Italia? o la marcha del día de la mujer en España?

Hoy en Twitter el #dianacionaldelcontagio es trending topic. De ahora en adelante nos toca ser MUY conscientes de nuestro entorno y ejercer más que nunca el autocuidado. Por una sencilla razón: el que se enferme ahora, va a ser otro entre muchos enfermos. 

Quiero y espero equivocarme... pero este CovidFriday (como lo llaman los medios internacionales), nos va a pesar. 

Ojala los que participaron en este “evento” se aislaran como si estuvieran “contagiados”.

Ojalá tengamos la capacidad de comprender y corregir el curso, evitar otro CovidFriday y migrar únicamente al comercio electrónico. Creo que si el país no está preparado digitalmente para un día como éste, en la virtualidad, debemos mover los demás días sin IVA a noviembre o diciembre. 

Ojalá, como sociedad aprendamos de nuestros errores. 

domingo, 25 de septiembre de 2016

El perdón y Los Sistemas de Creencias.

Perdonar es una palabra cortica y de una dificultad monumental. Acontecimientos personales y nacionales me han hecho reflexionar, hasta qué punto nuestro sistema de creencias (al que reconocemos pertenecer) y nuestras posturas personales y nuestras acciones son congruentes con éstas. 


Las religiones universales coinciden al hablar del perdón y en líneas generales nos piden: (i) Perdonar a los demás, (ii) Pedir perdón por las ofensas a los demás y (iii) Solicitar el perdón divino de los pecados.

Comencemos por el Catolicismo, en palabras de un gran amigo “El perdón es la esencia del Cristianismo (…)  El Cristianismo no es un conjunto de dogmas. Es la fé y el amor hacia una realidad y a una persona Jesús de Nazareth. (…) Literalmente: Católico significa Universal, la iglesia tiene que ser abierta a todos. (…) La eucaristía comienza con el rito del perdón, es el rito de la comunión, uno debe estar en paz con todos”

El Padre Nuestro, oración que para mí tiene mucho poder, tiene una frase que resume muy bien lo que es el perdón en la Fé católica Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” Pedimos perdón por que somos seres imperfectos y también perdonamos a los que nos ofenden por también son imperfectos, como nosotros!! “Jesús acogió a todos los marginados y rechazados, en su tiempo, por parte de la autoridad religiosa”, Jesús acogió a los parias, los apestados, las fufurufas, leprosos, recaudadores de impuestos, y si hubiéramos existido en esos tiempos, no tengo duda que nos hubiera acogido a los abogados.

El credo cristiano también ve el perdón como una condición del cristiano, Jesús recomendó perdonar "setenta veces siete" (Mateo 18:22), es decir, no cansarse de perdonar.

El Budismo (que lo podemos ver como Religión o filosofía), aborda el perdón desde un punto de vista que en mi opinión es complementario, el perdón se concibe como una práctica para prevenir pensamientos dañinos que puedan alterar nuestro bienestar mental. El Budismo, reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestro karma. Por eso promueve cultivar pensamientos que nos sanen, "si no perdonamos, continuamos creando una identidad alrededor de nuestro dolor, y esta es la que renace continuamente, esta es la que sufre.”  En este sentido, el perdón es algo que hacemos para contribuir a nuestro propio bienestar. 

El Islam enseña que Alá es "el misericordioso", y la fuente original de todo perdón. Dependiendo del tipo de error cometido, el perdón puede provenir directamente de Alá, o del ofendido. En el caso del perdón divino, la petición de tal perdón y el arrepentimiento es relevante; en el caso del perdón humano, es importante tanto perdonar como ser perdonado.

No solamente quienes profesan confesiones religiosas, conocen y practican el perdón, para otro gran amigo, “ El perdón es dar una segunda oportunidad a pesar de la afrenta recibida. Arriesgarte a tender un puente nuevamente a pesar de los antecedentes, porque crees que puedes ganar más de lo que arriesgas. Al final hay perdón porque gano más en los escenarios propuestos.”

A veces, el perdón viene acompañado de un elemento externo, el arrepentimiento de la parte que ofende. En este punto tenemos perdón combinado con el arrepentimiento; pero también existe el perdón como un acto unilateral, seguir con nuestras vidas, pasar la página y dejarla atrás. Que deje de tener importancia en nuestras vidas y quitarle el poder, porque en nuestro interior el hecho ha sanado. 

Para mi el perdón, es la posibilidad de quitarle de las manos a aquel que nos ofende, el poder que hacernos infelices y de sufrir. Perdonar no es olvidar, ni validar las acciones del otro, es pasar la página, dejar la maleta y seguir adelante, más livianos. Las cosas que nos hacen los otros son lecciones y como seres evolucionados, tenemos la capacidad para seguir adelante y dejar el dolor atrás. 

Por eso los invito a hacer el ejercicio valiente de confrontar nuestras posiciones, nuestras acciones contra nuestro sistema de creencias. ¿Somos coherentes? ¿Hablamos de perdón en nuestra cotidianidad pero en lo macro no permitimos pasar la página? ¿Solo perdonamos a nuestros semejantes? ¿Reconocemos que el otro, quien quiera que sea, es un ser humano como nosotros que sufre y que quiere evitar el sufrimiento? 

Los invito a perdonar*… y más que hacerlo por otros, por ustedes mismos! Limpien sus corazones de aquellas cosas que los ofenden, que creen que los otros hicieron, de la negatividad y las nubes negras. Dejemos de pensar que vivimos en 2 orillas encontradas e irreconciliables, dejemos de pensar que estamos en el lado de los “buenos” y que los otros son los “malos”, somos humanos imperfectos, unos con más cargas que otros.  Perdonemos, sanemos nuestros interiores y pasemos la página. 

*no es olvidar, no es condonar, es soltar… dejar ir, seguir adelante…

Gracias a Pablo Martínez, Paola Hernández, Ricardo Montenegro, Andres Rojas y Alejando Arévalo por sus ideas.  

Los invito a ver este par de notas de prensa, que nos dejan grandes lecciones: