domingo, 25 de septiembre de 2016

El perdón y Los Sistemas de Creencias.

Perdonar es una palabra cortica y de una dificultad monumental. Acontecimientos personales y nacionales me han hecho reflexionar, hasta qué punto nuestro sistema de creencias (al que reconocemos pertenecer) y nuestras posturas personales y nuestras acciones son congruentes con éstas. 


Las religiones universales coinciden al hablar del perdón y en líneas generales nos piden: (i) Perdonar a los demás, (ii) Pedir perdón por las ofensas a los demás y (iii) Solicitar el perdón divino de los pecados.

Comencemos por el Catolicismo, en palabras de un gran amigo “El perdón es la esencia del Cristianismo (…)  El Cristianismo no es un conjunto de dogmas. Es la fé y el amor hacia una realidad y a una persona Jesús de Nazareth. (…) Literalmente: Católico significa Universal, la iglesia tiene que ser abierta a todos. (…) La eucaristía comienza con el rito del perdón, es el rito de la comunión, uno debe estar en paz con todos”

El Padre Nuestro, oración que para mí tiene mucho poder, tiene una frase que resume muy bien lo que es el perdón en la Fé católica Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” Pedimos perdón por que somos seres imperfectos y también perdonamos a los que nos ofenden por también son imperfectos, como nosotros!! “Jesús acogió a todos los marginados y rechazados, en su tiempo, por parte de la autoridad religiosa”, Jesús acogió a los parias, los apestados, las fufurufas, leprosos, recaudadores de impuestos, y si hubiéramos existido en esos tiempos, no tengo duda que nos hubiera acogido a los abogados.

El credo cristiano también ve el perdón como una condición del cristiano, Jesús recomendó perdonar "setenta veces siete" (Mateo 18:22), es decir, no cansarse de perdonar.

El Budismo (que lo podemos ver como Religión o filosofía), aborda el perdón desde un punto de vista que en mi opinión es complementario, el perdón se concibe como una práctica para prevenir pensamientos dañinos que puedan alterar nuestro bienestar mental. El Budismo, reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestro karma. Por eso promueve cultivar pensamientos que nos sanen, "si no perdonamos, continuamos creando una identidad alrededor de nuestro dolor, y esta es la que renace continuamente, esta es la que sufre.”  En este sentido, el perdón es algo que hacemos para contribuir a nuestro propio bienestar. 

El Islam enseña que Alá es "el misericordioso", y la fuente original de todo perdón. Dependiendo del tipo de error cometido, el perdón puede provenir directamente de Alá, o del ofendido. En el caso del perdón divino, la petición de tal perdón y el arrepentimiento es relevante; en el caso del perdón humano, es importante tanto perdonar como ser perdonado.

No solamente quienes profesan confesiones religiosas, conocen y practican el perdón, para otro gran amigo, “ El perdón es dar una segunda oportunidad a pesar de la afrenta recibida. Arriesgarte a tender un puente nuevamente a pesar de los antecedentes, porque crees que puedes ganar más de lo que arriesgas. Al final hay perdón porque gano más en los escenarios propuestos.”

A veces, el perdón viene acompañado de un elemento externo, el arrepentimiento de la parte que ofende. En este punto tenemos perdón combinado con el arrepentimiento; pero también existe el perdón como un acto unilateral, seguir con nuestras vidas, pasar la página y dejarla atrás. Que deje de tener importancia en nuestras vidas y quitarle el poder, porque en nuestro interior el hecho ha sanado. 

Para mi el perdón, es la posibilidad de quitarle de las manos a aquel que nos ofende, el poder que hacernos infelices y de sufrir. Perdonar no es olvidar, ni validar las acciones del otro, es pasar la página, dejar la maleta y seguir adelante, más livianos. Las cosas que nos hacen los otros son lecciones y como seres evolucionados, tenemos la capacidad para seguir adelante y dejar el dolor atrás. 

Por eso los invito a hacer el ejercicio valiente de confrontar nuestras posiciones, nuestras acciones contra nuestro sistema de creencias. ¿Somos coherentes? ¿Hablamos de perdón en nuestra cotidianidad pero en lo macro no permitimos pasar la página? ¿Solo perdonamos a nuestros semejantes? ¿Reconocemos que el otro, quien quiera que sea, es un ser humano como nosotros que sufre y que quiere evitar el sufrimiento? 

Los invito a perdonar*… y más que hacerlo por otros, por ustedes mismos! Limpien sus corazones de aquellas cosas que los ofenden, que creen que los otros hicieron, de la negatividad y las nubes negras. Dejemos de pensar que vivimos en 2 orillas encontradas e irreconciliables, dejemos de pensar que estamos en el lado de los “buenos” y que los otros son los “malos”, somos humanos imperfectos, unos con más cargas que otros.  Perdonemos, sanemos nuestros interiores y pasemos la página. 

*no es olvidar, no es condonar, es soltar… dejar ir, seguir adelante…

Gracias a Pablo Martínez, Paola Hernández, Ricardo Montenegro, Andres Rojas y Alejando Arévalo por sus ideas.  

Los invito a ver este par de notas de prensa, que nos dejan grandes lecciones: